sábado, 5 de julio de 2014

La convicción en el ámbito publico


El comportamiento del hombre resulta ser un campo amplio y complejo para discusión, por lo tanto su estudio parte de diferentes ámbitos debido a los análisis encontrados, y diferencias de criterios existentes, es posible valorar esta amplia gama de opiniones como aquella expresión verbal que indica “cada cabeza es un mundo” y que procede del individualismo, y que además se aleja de cualquier posibilidad de debate de ideas. Ahora bien, independientemente de esto, el comportamiento del hombre, su actuar y el desempeño de sus roles se fundamentan en los ideales concebidos durante nuestro desarrollo y en interacción del ámbito familiar y social. Es aquí donde establecemos las pautas de nuestro actuar y decidimos cómo comportarnos.
El ejemplo del semáforo puede graficar en forma sencilla el transitar diario y el entorno con el que nos encontramos, el que en Venezuela se considere que en la luz verde el conductor debe asegurarse de que está siendo visto y de que está viendo hacia todos lados y acelerar poco a poco, nos hace dependientes de la fiscalización debido a que aquello que es una norma, la conozco, pero no la respeto, porque cada venezolano se desenvuelve como mejor se siente, entonces la libertad se convierte en libertinaje, donde no hay preocupación por el espacio del otro y si este se encuentra bien o no, pues bien la convivencia termina siendo un ámbito difícil de manejar.
La evolución de la sociedad ha mostrado un vuelco en los modos de parecer, y se ha desarrollado predominancia en priorizar los intereses propios lo que resulta muy peligroso para desempeñar un cargo público, pues es imperativo para el progreso que se quiera tener, dar otro giro, ese que la historia y los antecedentes van señalando, pues la necesidad del concepto “capital social” no surgió de la nada, sino más bien una necesidad publica, al ver que lejos de progresar estas conductas no están aportando al buen vivir , al desarrollo y a la modernización, ya que la concepción sobre las normas es “se acata, pero no se cumple”, de manera pues que más bien debemos apelar a la conciencia, y no a la fiscalización, al intercambio de cultura e ideas y menos legislación, ya que con lo que hemos experimentado en los últimos años, tenemos la certeza de que se necesita algo más que eso , se necesita la convicción de las personas, ganas de hacerlo bien , más sentido de pertenencia, compromiso con aquello que hacemos y con las personas a quien le ofrecemos un servicio, esencia de lo que debe ser el desempeño del funcionario público.

El capital social invita pues al trabajo en equipo con beneficio mutuo y con la firme convicción de que lo que se quiere es trabajar para el éxito propio, colectivo y del país en definitiva.

miércoles, 9 de abril de 2014

Escasez de medicamentos: consideraciones desde la ética

Protestaron contra la escasez de medicinas
El Nacional 28 de febrero de 2014
Foto: Leonardo Noguera

Lipworth & Kerridge (2013), investigadores australianos, en su artículo Why drug shortages are an ethical issue presentan una revisión bibliográfica sobre el problema de la escasez de medicamentos en los países desarrollados y su relación con los temas  éticos y morales que deben  ser considerados por cualquiera interesado en el tema.
Los autores señalan que la escasez de medicamentos es un problema en crecimiento con una etiología de carácter técnico, económico, organizacional,  político y ético -que involucra la manufactura, regulación, el costo y la prescripción-. La capacidad de los gobiernos y el equipo de salud de cumplir la obligación moral con los pacientes y la sociedad es mermada ante una situación de escasez. Los principios de beneficencia y no maleficencia se opacan cuando la salud está en riesgo por no disponer de una alternativa terapéutica equivalente o acorde a las necesidades para una patología. 
En situaciones de escasez, los gobiernos e instituciones se ven tentados u obligados a actuar inadecuadamente al permitir la reutilización de materiales desechables, el uso de medicamentos vencidos, practicas de manufactura deficientes, compra de componentes o importación de medicinas de baja calidad o de contrabando, u otorgando permisos sanitarios a nuevos medicamentos atentando contra la seguridad. De igual forma, la asignación de recursos requiere de un análisis ético que considere los principios de autonomía, beneficencia, no maleficencia, solidaridad, bien común y administración. Sin embargo, sigue siendo un desafío ya que obliga la priorización de un grupo sobre otro. En las instituciones de salud es una obligación ética tener un plan de contingencia para escenarios de escasez llevado a cabo a través de protocolos que involucren a todos los actores.
Dos aspectos apuntan al origen de la escasez de medicamentos: una conducta industrial inadecuada, en la cual detienen la producción, permiten procesos de manufactura deficientes, no informan sobre una posible escasez y acaparan medicamentos para venderlos luego a mayor precio; y asuntos sistémicos de carácter económicos y regulatorios, los bajos precios de las medicinas genéricas y su competitividad presionan a los productores a reducir los costos y eventualmente detener la producción contribuyendo con la escasez, por otro lado, la complacencia de nuestra sociedad al dejar actuar al mercado contribuye a la aparición de incentivos perversos como los laboratorios que comercializan dos marcas de un producto y su genérico, reduciendo la producción del genérico y aumentando la demanda hacia la marca más lucrativa. 
Las estrategias para prevenir la escasez requerirán reformas políticas, económicas y legislativas, cooperación nacional e internacional, transparencia y trabajo en equipo.
A partir de lo expuesto por lo autores podemos observar que el problema de la escasez de medicamentos no solamente afecta a países en vías de desarrollos y que los aspectos éticos alrededor de la escasez de medicamentos involucran a diferentes actores: el equipo de salud debe decidir, actuando siempre bajo el principio de beneficencia y no maleficencia, sobre el tratamiento de un paciente entre las opciones disponibles aunque no sean las que se ajustan a sus necesidades; las instituciones de salud deben hacer un manejo ético de los recursos sin descuidar la calidad y seguridad de sus insumos y procesos por la cantidad o disponibilidad de los mismos, de igual forma deben prever estrategias para actuar frente escenarios de escasez; las industrias deben desarrollar los procesos bajo los mayores estándares de calidad para elaborar un bien insustituible, el medicamento, sin dejarse arropar por la sombra del lucro y el mercadeo; por último, los gobiernos tiene la obligación moral de garantizar a su población el acceso a la salud de forma asequible, prevenir la escasez de medicamentos promoviendo políticas para tal fin de común acuerdo con todos los actores involucrados bajo los principios del bien común para la sociedad y priorizando los intereses de la población sobre los personales y/o de grupos económicos.

@QuirogaNF

martes, 8 de abril de 2014

Moral Vs Moralidad en Salud


El concepto de moral está establecido  como “un conjunto de normas aceptadas libre y conscientemente, que regulan la conducta individual y social de los hombres”, están ahí, existen, y son del conocimiento y aceptación de las personas, ellas son para ser cumplidas, practicadas y desarrolladas, es en ese momento, en la acción, cuando ocurre una transformación  de este concepto y pasa a la moralidad, que yo llamaría la moral consumada, pues se ejerce la acción del hecho.
En el área de la salud muchos casos pueden ser estudiados, ya que es posible que debido a diversas prácticas, el prestigio se haya visto afectado por los juicios de valor que la sociedad les realiza a las prácticas médicas. Empezando por el hecho de cómo es concebida la salud para los profesionales, los cuales por experiencia y razonamiento conocen cuales son las condiciones óptimas para el mantenimiento de la salud, ahora bien, porque aun así hemos de encontrarnos con profesionales enfermos, con recaídas, y enfermedades avanzadas difíciles de tratar. Pareciera que estamos ampliando un campo donde las normas estas establecidas para las personas, pero nos estamos quedando por fuera, cuando formamos parte de esa población, cuando debemos mostrar moral, para exigir lo que queremos, es decir, no podemos pedirle a un paciente evitar fumar cigarrillos porque ayudan al deterioro de salud, y yo estoy fumando delante del paciente, no podemos hablarle de su mala alimentación y sobrepeso cuando yo (promotor de salud) evidencio por las mismas circunstancias exceso en el peso.
Tomemos como ejemplo la campaña antidroga “Just say no” (Simplemente di no) de los años 80 en USA. Implícita en esta campaña educativa está la asunción de que la autonegación, el resistir y decir no, pueden solucionar un complejo problema social. El problema del abuso de drogas ya no refleja ciertas condiciones sociales sino que radica dentro del individuo. Simplemente di no y arreglado.
De tal manera que la moral, no se queda solo en su conocimiento, sino en la práctica del mismo (moralidad). Lo mismo puede evidenciarse en la parte gerencial, para que los empleados puedan interiorizar una norma establecida, esta debe ser practicada, y el gerente no está exento de esta, pues debe ofrecer el ejemplo, es decir, cumplir con aquellos patrones que se consideran buenos y evitar los que se consideran malos. Pero cuando esto no es interiorizado se dificulta que el gerente pueda hacer alguna exigencia, ya que no existe moral para realizar tal reclamo. Todas las normas están acompañadas de alguna sanción en caso de incumplimiento, por lo que es importante precisar que aquel que ignora una norma pues probablemente tenga a dificultad de entendimiento de las consecuencias derivadas, el remordimiento, el castigo penal, el castigo divino, o castigo de la sociedad, son situaciones que producen preocupación y desestabilización a aquel que incumple las reglas.

Escobar Valenzuela, Gustavo,(1993)  Ética. Introducción a su problemática y  su historia.  México: McGraw
Hill. 244p.
Una breve historia de la relación entre Moralidad y Salud.(2012). Ir a :

http://evolucionyneurociencias.blogspot.com/

domingo, 30 de marzo de 2014

Ética

Es una ciencia filosófica que necesita argumentarse en distintas doctrinas que estudia al hombre como individuo y sociedad. Las distintas ramas de la salud mantienen estrecha relación con la ética, ya que éstas estudian al hombre holísticamente como un ser único de comportamiento propio, con la libertad de discernir el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, que con normas establecidas es capaz de vivir en sociedad. En función del grado de desarrollo y organización de la sociedad, las formas y efectos de lo ético serán diferentes en los distintos grupos de individuos que la conforman, visto desde su contexto y doctrina social, cultural, histórica, científica, política, económica, legal y jurídica. La salud es un derecho y un deber. Éticamente el personal de la salud tiene principios y obligaciones tales como: Evitar las discriminaciones, respeto por la confidencialidad, honestidad de la información, principio de la beneficencia, principio de la maleficencia.